Quebradizos paraisos encabronados

Otra vez el sopapo y la caricia
removiendome el veneno envenenado,
otra vez el juez de la injusticia
partiendo en mil pedazos mi costado.

Otra vez procesando procesiones,
otra vez el corazon desconsolado,
otra vez desestacionan estaciones
a la orilla de un sol desordenado.

Otra vez el sabor de la amargura,
otra vez la dinamita premio novela,
otra vez lo natural contra natura,
otra vez el oxigeno desoxigena.

Otra vez escenitas desnoviadas,
otra vez alta bandera al mar bravío,
otra vez la primavera congelada,
otra vez se me enloquece el desvario.

Otra vez Don Juan con Doña Flora,
otra vez los ojos desorejados,
otra vez la noche conta la auora,
otra vez antojos desantojados.

Otra nada mas inoportuna,
otra vez el desamor enamorado,
otra vez todo vuelve de la luna,
otra vez la guerra fria del pasado.

Otra vez lo peculiar, despojo en puerta,
otra vez tantas palabras imprudentes,
otra ves agonizando, vidita muerta,
otra vez los animales contra la gente.

Otro despues del antemeridiano,
otra vez el dios de la neblina,
otra vez un diluvio diluviano
me dejó a pan y agua e insulina.

(La Plata, 2007)