Por alguna razón

Compré café, cigarrillos, fósforos.
Fumé, bebí
y fiel a mi retórica particular
puse los pies sobre la mesa.
Cincuenta años y una certeza de condenado.
Como casi todo el mundo fracasé sin hacer ruido;
bostezando al caer la noche murmuré mis decepciones,
escupí sobre mi sombra antes de ir a la cama.
Esta fue toda la respuesta que pude ofrecer a un mundo
que reclamaba de mí un estilo que posiblemente
no me correspondía.
O puede ser que se trate de otra cosa. Quizás
hubo un proyecto distinto para mí
en alguna probable lotería
y mi número se perdió.
Quizá nadie resuelva un destino estrictamente privado.
Quizás la marea histórica lo resuelva por uno y por todos.
Me queda esto.
Una porción de vida que me cansó de antemano,
un poema paralizado en mitad de camino
hacia una conclusión desconocida;
un resto de café en la taza
que por alguna razón
nunca me atreví a apurar hasta el fondo.

- Joaquín Giannuzzi -

Todos los automovilistas son mortales

¡Toda la ruta por delante!
De modo que instalo mi cerebro en el pie derecho,
concentro la energía de mi conciencia
y me largo a doscientos por hora.
¡Qué fluída pasión esta que tiendo
entre el espacio y el tiempo!
Pero no tengo pasta de dios vivo
y me aniquilo en una curva.
Recogen mi osamenta como pueden, de a pedazos,
lavan la carretera, vuelve a circular el tráfico
y mientras me reemplazan interminablemente
otros furiosos y mortales consumidores de energía,
la solitaria fotografía de mi cédula de identidad
oscurece y se esfuma en una lejana comisaría
y deja al mundo sin explicación.

- Joaquín Giannuzzi -

Desde ahora, para siempre...

De más esta decir que nunca pensé estar en este sitio

plagado de películas que me miran como hijas

que sonrien y fallecen según su suerte o su desgracia;

por otro lado debo confesar que estoy despierto

más alla del sueño con que salgo al universo,

con la almohada y las verdades marcadas en la frente.

Es importante aclarar que si algo estoy debiendo

es la tercera parte de mi vida al destino que más quiero

al cobijo indescriptible y consecuente de estos dias

que desgaja con dulzura los despojos reincidentes

y de calma llena los rincones olvidados.

Con esto estoy diciendo que no vale otro despiste,

que quisiera seguir camino hasta el penúltimo cigarro

teniendo como escudo esa mirada protectora

ese sueño humano y tierno con quien juego una partida

esa suave y sigilosa sensación del sentimiento.

(La PLata)

¿Qué hago amor?

Qué hago ahora amor, qué...
sin tus pezones alados por la mañana
sin el sudario santo de tu espalda
con estas manos secas por la escarcha.
Qué hacemos amor, qué...
qué hago yo sin esa verdad que deslumbraba
qué hacés vos con los oidos rotos de silencio...
no se si esto sea algo para despues reir,
lo cierto es que hoy, precisamente hoy,
no se qué hacer con el nudo de cosas que me alejan
que me esconden, que me ponen en ningun sitio...
hastiado de creer que mañana es la agonia
y el ahora alguna excusa para sentirte viva...
yo estoy vivo amor, mejor dicho desmuriendo
desmuriendome de a ratos,
de olvidos, de memorias...
desmuriendome en tus besos,
en tus muslos, en tu sombra;
regresando al lugar que siempre quise y quiero.
Qué hacemos amor, qué hago...
decíme qué hacer con estas sábanas que nos rozaban
decíme de dónde me cuelgo tus ojos y tus lunas
de dónde saco hoy las ganas para salir al mundo
si no quiero estar en otro lado más que ahi...
donde todo se borra y nada importa
ahi donde vives y desmuero
ahi amor!
ahi...

(La Plata, 03/02/2008) - En un salón vacio-

La tormenta del tiempo

Cada vez que el viento acecha con la llaga de los duelos
la tristeza nos despierta con el eco del dolor;
ensordecen las ausencias, precipitan los destinos
prolifera la necrosis de los átomos del sol.

Los pronósticos anuncian soledades bajo cero
sobre un suelo árido de oscuras lunas llenas;
primerean los relámpagos a los ruidos secundarios
que avecinan la certeza de otra noche singular.

Los recuerdos pasan camino al corazón desierto
la piel se enarena, se ablandan los ojos y la vida;
cada vez es menor el común espacio sin olvido
donde se suele hallar el alma inmune a los destrozos.

Mientras tanto todo añeja el flujo desnudo, el amor
entonces siempre hay una excusa nueva para huir;
cada vez que el viento acecha con la llaga de los duelos,
para qué seguir buscando ese ojo de tormenta.

- La Plata -

Pal Betito

Ey tu, de sobrenombre de Alberto
de este paisano bohemio y sinceron
mereces cada palabra por cierto
que el manotea de su corazón.

Competencias sanas de ocurrencia barata
con vino, mate, cerveza y cigarro
es nuestra inversión, nuestra moneda en la lata
que prospera en amistad sin desgarro.

Tu tan abrazo, tan oído, tan pañuelo
de aquellas noches de averno y terror.
Tan fielmente al lado de aquellos duelos
tan amigo, tan caballero... tan SEÑOR.

Que tu chantas el talento en cada papelito
que todo lo haces verso y bonito
que te sonrien las muzas, señorito
que total al resto nos cuesta un huevito.

Me contagias tu carcajada a grito suelto
en cada nuestro encuentro.
Que nos damos todo y no pedimos vuelto
que tu cabeceas y yo tiro el centro.

No te olvides cuando puedas
de cantar a mi lado una canción.
Que tu eres las otras 3 cuerdas
LA, DO, SI que necesita este chambón.

XVI/IV/ 08

En la sombra de alguien

Alguien habrá en el espacio vacío de mis sombras

estará jugando con los sueños entusiastas de mi insomnio

perderá las ganas al ver que estoy en el menguante cuarto oscuro

y se irá a vivir a otra sombra sin pretextos ni permisos;

porque esta niebla habita en el rincón ahogado en el naufragio

se acurruca en la mitad doliente y desangrada de los dias

persiste y se resiste a salir de su propio apagón iluminado

entonces, ya nadie se dá cuerda para entrar en la penumbra.

Alguien volverá buscando sus restos de cosas olvidadas

devolverá el misterio opáco descubierto entre despojos

resconstruirá su imagen, sus ecos, para ingresar al mundo

entonces sí podrá mirarse unánime y docil en su espejo;

porque esta noche aparte, aparta al dia del recuerdo nuevo

construye un muro fértil que desprende la carne desvivida

perfuma la verdad con el barrial teñido de impurezas

cumple años de esperpento, con la boca llena de silencios.

-La Plata-

Ahora y luego

Ahora que la lluvia es una victoria,

Voy a poner todo el destino ante tus manos

dejaré mi libertad entre tus ojos y los míos

soltaré al aire otoñal los sueños nuevos

me sentaré al costado de tus latidos ritmicos

tocaré la realidad certera de los dias

voy a hundirme en los cristales liquidos del tiempo

iré a forjar la calma de tu más oculta pesadilla

presionare tu pecho anudado por las sombras

ahora bien,

no te quedes en la calle oscura

sentada o de rodillas

alunada o deslunada

cuando la lluvia sea

sin quererlo

un escalón de la

DE

RRO

TA.

-La Plata-

Lo inevitable

Lo inevitable nos espera
paciente, inexorable,

y desesperamos, y nos aniñamos,
y el alma se nos cae por las mejillas…

es que, después de todo,
nunca estamos preparados.

Nosotros

Pimienta en los ojos del que lee,
sonrisas al oído del que habla,
azúcar en la lengua del que llora,
limosna entre los dedos del que canta,

el aroma de un cuerpo en las manos del amante,
el color del destino en los labios de quien odia,
el tacto de los ciegos en la piel del suicida,
el ruido de las armas al borde de la historia,

el implacable hambre que limita provincias,
el maquillaje usado para el que ve de afuera,
las uñas embarradas de los que más trabajan,
los que ya envejecieron y la vieron caerse,

de todos estos tangos: los de Astor,
de todas estas zambas: las del Cuchi,
de todas las deshoras: las primeras,
de todos los destiempos: los ausentes,

la lluvia que se pierde en el desierto,
la guerra que se gana sin la guerra,
el primer ademán que pintó Berni,
el último renglón que borró el viento,

la mierda que nos venden en los diarios,
el precio que pagamos por cobardes,
el agua que bebemos para ahogarnos,
el sol que es la energía y nos perfora,

insurrecciones y muertos de miedo,
revoluciones hechas en ojotas,
inquisiciones siglo veintiuno,
contradicciones públicas, gratuitas,

el capitán del barco en el naufragio,
la sensación de asfixia en la tormenta,
el dueño de la tierra en la pueblada,
el vacío que crece en la miseria,

este insulto confuso y maltraído,
esta generación degenerada,
este toque de queda al pensamiento,
este indulto impulsivo y desalmado,

la arruga de la frente en la derrota,
el horóscopo leído en diferido,
la extrema unción para los sacramentos,
la flor de ceibo otra vez marchita,

barbarie, demagogia y opulencia,
retórica obsecuente y alfabeta,
el Chagas, el Junín y la pobreza,
el FMI, las elecciones,

el río que transita las entrañas
de los enamorados rozagantes,
los pétalos nadando por el vino,
los granitos de arroz sobre la calle,

el bisturí oxidado por el plasma,
las islas que flotaron en el whisky,
la violencia que es iceberg y es la punta,
el ápice del tiempo: los presentes…

Siempre estamos venciendo la vergüenza,
siempre nos ocultamos de lo mismo,
siempre nos asaltamos, nos mentimos,
siempre decimos “siempre” en demasía,
siempre somos nosotros o ninguno.

Lento pero viene

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme

demorándose viene
cual flor desconfiada
que vigila al sol
sin preguntarle nada

iluminando viene
las últimas ventanas
lento pero viene
las últimas ventanas

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya se va acercando
nunca tiene prisa
viene con proyectos
y bolsas de semillas

con angeles maltrechos
y fieles golondrinas
despacio pero viene
sin hacer mucho ruido

cuidando sobre todo
los sueños prohibidos
los recuerdos yacentes
y los recién nacidos

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

ya casi está llegando
con su mejor noticia
con puños con ojeras
con noches y con días

con una estrella pobre
sin nombre todavía
lento pero viene
el futuro real

el mismo que inventamos
nosotros y el azar
cada vez más nosotros
y menos el azar

lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene

lento pero viene
lento pero viene
lento pero viene

-Mario Benedetti-

En primera persona

Un cielo melancólico acompañó mi infancia
dios era una entelequia de misa y sacristía
con siete padrenuestros y algún avemaría
me otorgaba perdones su divina jactancia

luego, poquito a poco fue tomando distancia
y un día me hallé lejos de aquella eucaristía
vi tantas injusticias y tanta porquería
que dios ya no era dios sino una circunstancia

se agravó mi conciencia maravillosamente
y cada vez son menos las cosas en que creo/
cuando interpelo a dios se va por la tangente

los milagros se venden de nuevo al menudeo
y asi me fui cambiando de buen a mal creyente
de mal creyente a agnóstico/ y de agnóstico a ateo

-Mario Benedetti-

Duele

Como si las mujeres tuvieran espinas
y fueran siempre las flores las que nos abrasan,
como si las hojas se hicieran de plomo
en cada inundación, en cada otoño,
como si la verdad fuera aquella moneda
que cae de canto y nos descorazona,
como si llorar fuera secarse adentro
en cada desengaño, en cada ocaso,
como si el tiro de gracia fuera el beso
que nos prohibieron cada madrugada,
como si nos negaran tres veces,
como si nos amaran…

Ausencia literaria

Esa ausencia que no es todo y no es nada
es la ausencia dulce de la espera sin relojes
es la falta de lo poco que hace falta
es el eco titubeante de los versos

esa ausencia de arroyitos de agua fresca
es la esquirla que no daña ni maldice
es la frase que quedó sin sus renglones
es la lúcida presencia del silencio

esa ausencia sin sangrado y con respuesta
es la ausencia misma de una historia
es la desvivida muerte del lenguaje
es esta misma hoja pero en blanco

-La Plata-

Cercle

Se despertó tirado en un zanjón
y estuvo discutiendo con el aire
sobre el amor y la desolación,
y anduvo repartiendo tarjetitas
en los peldaños hacia el Sacré Coeur,
y ya era demasiado tarde…

Y fue de día en su mediocridad
y una caricia le esquivó la cara
y mientras unos hablaban de más
él dibujaba su mejor cumplido
cuando los autos pasaban a mil
y los gorriones huían de sus nidos.

Unos menguantes como lunas iban
cruzando el campo de los más osados,
de los que no merecen el dolor,
de los que juegan abriendo caminos,
y él canturreaba su mejor canción
y parecía tan temprano…

Pero las tardes llegan a su fin
cuando los árboles cubren el monte
y un horizonte (como un déjà vu)
puede hacer agua de cada costado
y regalarle un sueño en un zanjón
con una noche y una charla en vano.

El otro exilio

Cada diástole no era más que una ilusión
que nos llevaba a buen puerto en cada pulso
mientras nos despintábamos de rojo el corazón.

Cada sístole un final tan prematuro
que nos quitaba de cuajo el sinsabor
de la sangre a la intemperie de la herida.

Pero la calma anunciaba un temporal…

y brindamos con aceite de ricino
sobre el barro hecho de lágrimas y esfuerzo
e inspiramos por vez última en el mar
que amontona bisabuelos con bisnietos

y sentimos los misterios dolorosos
del Rosario sin amén y de rodillas
y nos fuimos arrancando de raíz
y nos fuimos resembrando en otra tierra

y aunque a veces regresamos al lugar
en que han muerto los abrazos peor dados,
no habrá diástole ni sístole al final,
cuando tras el horizonte esté el pasado.