Curriculum

El cuento es muy sencillo
usted nace en su tiempo
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
y el temerario insecto
que será pisoteado
por su zapato nuevo

usted sufre de veras
reclama por comida
y por deber ajeno
o acaso por rutina
llora limpio de culpas
benditas o malditas
hasta que llega el sueño
y lo descalifica

usted se transfigura
ama casi hasta el colmo
logra sentirse eterno
de tanto y tanto asombro
pero las esperanzas
no llegan al otoño
y el corazón profeta
se convierte en escombros

usted por fin aprende
y usa lo aprendido
para saber que el mundo
es como un laberinto
en sus momentos claves
infierno o paraíso
amor o desamparo
y siempre siempre un lío

usted madura y busca
las señas del presente
los ritos del pasado
y hasta el futuro en cierne
quizá se ha vuelto sabio
irremediablemente
y cuando nada falta
entonces usted muere

(A la coincidencia)

-Joan Manuel Serrat- (Poema de Mario Benedetti)

(Bragado, 28/10/2007)

Réquiem

Disfruté tanto, tanto cada parte
y gocé tanto, tanto cada todo
que me duele algo menos cuando partes
porqué aquí te me quedas de algún modo

Ojalá nunca sepas cuanto amaba
descubrirte los trillos de la entrega
y el secreto esplendor con que esperaba
tu reclamo de amor, que ya no llega

Anda...
corre donde debas ir
Anda...
que te espera el porvenir
Vuela...
que los cisnes están vivos
mi canto está conmigo
no tengo soledad...

Si uno fuera a llorar cuanto termina
no alcanzaran las lágrimas a tanto
nuestras horas de amor, casi divinas
es mejor despedirlas con un canto

-Silvio Rodriguez-

(Bragado, 27/10/2007)

Giro extremo

Cuando nacemos el mundo entero lo recuerda
cuando morimos el mundo entero lo olvida

creo que ha llegado la hora de girar la vida en 180
y patalear y gritar concientemente
y cortarnos el cordón por motu propio
y dar nosotros el abrazo agradecido
para que cuando estemos llegando al fín
y tengamos todo hecho y rehecho
despacito, muy silenciosamente
vayamos perdiendo la conciencia y el miedo
para que morir sea un acto inconciente

(La Plata, 23/10/2007)

Demasiado

Me saben decir muchas causas casuales y ciertas
que de pronto se consume California
que con tanta digestión nos sobra el hambre
que no valen ni un Perú las elecciones
que si todo lo que queda es esta nada
no podremos ya fingir que estamos ciegos

me saben decir varios usos y costumbres
que nos limpiamos más las manos que los rios
que tenemos la inflación hasta en los huesos
que sabemos condenar al inocente
que ignoramos al que muere o se desvive
por abrirnos la esperanza y el abrazo

mi dolor y yo decimos es demasiado
pero no queremos resignar ni persignarnos
porque existen y persisten en la memoria
algunos caracteres de la infancia
recuerdos en colillas de alegria
papeles reciclados de la entrega

amores y quimeras y veranos
y valles y colinas y llanuras
y fronteras que se abren y se anidan
al más primaveral de los ensueños

y esto también es demasiado

(La Plata, 24/10/2007)

Te conozco

De niño, te conocí
entre mis sueños queridos.
Por eso cuando te vi
reconocí mi destino.

Cuando pensaba que ya no iba a ser,
lo que soñara de pronto, vino.

Tanto que yo te busqué
y tanto que no te hallaba,
que al cabo me acostumbré
a andar con tanto de nada.

Cuánto nos puede curar el amor,
cuánto renace de tu mirada.

Te conozco,
te conozco desde siempre, desde lejos
Te conozco,
te conozco como a un sueño bueno y viejo.
Es por eso que te toco y te conozco.

El lago parece mar,
el viento sirve de abrigo:
Todo se vuelve a inventar
si lo comparto contigo.

La única prisa es la del corazón
la única ofensa, tener testigos.

Te conozco,
te conozco desde siempre, desde lejos
Te conozco,
te conozco como a un sueño bueno y viejo.
Es por eso que te toco y te conozco.
Te conozco...

(Silvio Rodriguez)

(Bragado, 21/10/2007)

Victoria

Victoria de los pasos ante el destino
ese mismo que alguna vez fue olvido
y esta vez choca con tu rostro brillante
para sentarme y sentirme erguido

Victoria, la de la tarde de asfalto y voces
mi voz calló a los gritos tantas veces
que esta vez se larga y se alarga de mi boca
para escribirte y describirte lo que ofreces

Victoria de victoria ajena
reina del sonido de los ecos
bañada del sabor de tu colmena

Victoria de ciudad vecina
como tu mayo despues de mi abril
en un sueño despierto peregrinas

Victoria en un cuadro pensado
la pasarella que pisas es de nubes
belleza victoriosa ante el pasado

- a la Reina -

(Bragado, 21/10/2007)

Zamba del laurel

Si lo verde tuviera otro nombre
debería llamarse rocío
si pudiera volver desde el agua al laurel
volvería a la infancia del río.

En lo verde laurel de tus ojos
el misterio del bosque se asoma
y la vida otra vez vuelve flor de tu piel
bajo un sol de muchacha y aroma.

Déjame en lo verde
celebrar el día
porque por lo verde
regreso a la vida:
Yo muero para volver
juntando rocío en la flor del laurel.

Si lo verde supiera tu nombre
la ternura no me olvidaría
porque viene de vos puro y simple el verdor
como el simple verdor de la vida.

Se me ha vuelto cogollo el silencio
de esperarte a la orilla del río
y me gusta saber que un aroma a laurel
te llenó de rocío el olvido.

(Armando Tejada Gómez-Gustavo Leguizamón)

Después

No pienses pasados, no cumplas promesas,
no mientas de apiado, no inventes verdades,
no tires la toalla cuando esté mojada,
no cuelgues amigos, no ames de sobra,

no llores, no enfermes, no olvides, no pares,
no imprimas tu cara de portarretratos,
no barras de noche, no laves tu alma,
no reces rosarios ni hagas sacrificios,

no duermas mis sueños, no juegues mis tardes,
no apuestes mi piano por saber tocarlo,
no llames a casas vacías e impares,
no atiendas, no cortes, no te dejes sola,

no busques el tiempo, no pierdas excusas,
no encuentres cenizas donde nace el fuego,
no quites tu vista de las mariposas,
no vendas las llaves ni las cerraduras,

no dones perfumes de pasto cortado,
no mojes veranos ni enlutes la lluvia,
no tejas bufandas, no enciendas guitarras,
no me condecores con esa corona de espinas de rosa,

no cantes a coro, no rimes en vano,
no vuelvas al lodo, no inundes mi cama,
no sangres tristeza, no te cicatrices,
no ganes ni empates ni sueñes conmigo,

no guardes pasiones en una heladera,
no seques tu vientre, no enjuagues tus armas,
no cortes camino, no restes amantes,
no bebas del néctar de la flor de lis,

no silbes andando sola en bicicleta
en una mañana de invierno en remera,
no adules, no dudes, no creas en nadie,
no pises en falso, no plantes bandera,

no esperes sentada, no rompas paquetes,
no peques de buena todas las mañanas,
no bebas la pócima de la codicia,
no hibernes debajo de un par de cobijas,

no taches los meses, no agrietes el aire,
no lustres las rejas de antiguas prisiones,
no acudas a misas, no pidas justicia,
no beses y grites a un mismo destino,

no viajes en barcos ni aviones ni trenes,
no te mimetices con las madrugadas,
no pintes murales, no borres tu esencia,
no huelas a viejo, no volatilices,

no hagas las valijas, no fumes de día,
no bailes vestida, no leas mis cartas,
no fotografíes los techos de chapa,
no cuentes historias reales ni absurdas,

no hables de menos, no me justifiques,
no escribas, no compres, no mandes saludos,
no vivas la muerte antes de que llegue,
no mueras la vida después que me vaya.

Alboroto

Si quedara chance alguna de modelar ese alboroto
que hoy nos muestra el dorso de la pérdida
seguramente volvería a aceptar los cristales evidentes
crepusculares, impecables, imperativos, policromicos
para alumbrarme y vislumbrarte sin previo aviso

no rechazaria el exergo de las palmas de las manos
consecuentes y maestras manos, manos cálidas y discretas
posiblemente daría crédito a esas marcas singulares
conocedoras del declive pectoral que no resiste
improvisadoras de hazañas impetuosas y dulces

el carácter del corazón paciente y con cateter
no permitiría que en un acto desmedido
se desague de la sangre más sangrienta pura y lenta
solo y solamente por no desamarrarse de los miedos
por desilacharse en los penúltimos pasajes del amor

si existiera una opción chiquita de modelar ese alboroto
dejaría, por las dudas, las sonrisas y la música
de la guerra desnucada, las trincheras de la luna
de esta llama ambulatoria, varias brazas
de esta paz de ahora y nunca, lo que viene

llevaría conmigo el hambre desahogado
del milagro de los dioses, una nereida
de los besos que prescriben, los que faltan
de las lluvias que llovimos, estos barcos
del olvido y del cenit, varios versos

cambiaría de ese alboroto titubeante
esa ajena propensión al desastre más erroneo
ese desaire del desdén con medias tintas
esa calma chicha de olas disecadas y mudas
esa pena consumada y sin sentido

(La Plata, 09/10/2007)

Entretiempo

Con el alma en el descanzo del pasado
junto al sonido rotundo de un eco
sin el detrimento de un tal vez
ni noches malgastadas ni misterios...
junto al ahora hay un aire fresco y suave
con el cuerpo en el descanzo del amor

(La Plata, 09/10/2007)

Ping sin pong (II)

¿Este reloj empezará alguna vez
a marcar los minutos de la hora de los primeros?


(La Plata, 09/10/2007)

Ping sin pong (I)

Por ahora nos seguimos olvidando de ayer...
pero, ¿cuándo nos acordaremos de mañana?

(La Plata, 09/10/2007)

Postludio

Hubo un trío concertante de palmadas
la mañana en que nació la dictadura
de tu buena voluntad sobre sus pasos,
y del eco de tu voz, bajo sus sienes
de cupido traicionado y sin saeta,
renació el amor como las flores
en la tierra más reseca de la Tierra.

Desaparecidos

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio

(Mario Benedetti)

Un cuadro

Con poca gracia o mucha desventura
le hablo con melifluo en esta tinta
al pincel de los pintores que te pintan
y no saben contemplar tanta hermosura

del mundo de los oleos sos nativa
de la nada te decuelgan de los sueños
eres presa del mercado y de tu dueño
y nadie se imagina que estás viva

mujer objeto de arte impertinente
descuajate del cuadro arrinconado
que prefiero vislumbrarte entre la gente

mujer inmóvil de ojos deslunados
ojalá puedas soltarte de repente
y vuelvas y te quedes de este lado

(La Plata, 05/10/2007)

Regreso de la sombra

Desde un lugar lejano puedo ver que no me gana la memoria
pude hacer espacio entre la dicha y desdicha, entre todo y nada
he sobrellevado bastante bien el mal y sobretraido bien mis bienes
me he parado y preparado para las mejores contiendas del tiempo

Desde un chiquito lugar lejano supe condenar mi mal condena
y prorrogar la muerte hasta que acabe de vivir de una buena vez
bah, hasta que alcance los más altos ventanales del sueño
y luego caiga y me haga trizas y me desangre y quede inmovil

debo decir que borré varios archivos con dibujitos hechos en el aire
escrituras y susurros con palabritas que no fueron ni serán
y esto fué no con la sola intención de dejarlos solos con su olvido
sino que fué con toda la conciencia puesta al servicio del ahora

más alla de lo anterior, sí quiero dejar claro esto que ahora viene:
esto de que el día ha vuelto a ser el día
esto de que la noche es entera, compacta y buena
esto de que no lloro más que el cielo, no lloro
esto de que si río es risa mía, no de otro
esto de que la gran parte de mi ha regresado
esto de que aquello es aquello y ya
esto de que ahora ingiero frutas y no desvelos
esto de que ceno, almuerzo y canto con amigos
esto de que el agua sale limpia y calentita
esto de que me dizfrase de doctor e intente serlo
esto de que halla caras nuevas y frescas en mi mente
esto de que quiera enumerarles todo esto sin motivo

esto de que sepan que vuelvo de la sombra
con la memoria llena de espacios para buenos climas
con las horas justas para destruir el muro del olvido
con las manos prestas a acariciar y a dar abrigo
con los ojos llenos mirando el rio que espera cerca
y los labios pretendiendo dejar de absorver lagrimas
para volver a gritar a los cuatro vientos y a mi mismo
esto de que salí de la sombra y vuelvo a la luz

(La Plata, 05/10/2007)

Solamente

Ya comprendo la verdad
estalla en mis deseos
y mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad
ahora a buscar la vida

(Alejandra Pizarnik)

Estornudo de Japones

Cuando fue el dia que te perdi?
Si todavia siento al lado mio tu ausencia
o en tal caso, la falta que me haces.

Cuando deje de amarte?
Si todos los dias no encuentro excusas
para no pensar en vos ni por un instante.

Cuando fue que el infierno esta dentro de mi?
Si yo puedo estar en el cielo
con solo pensar un intante en ti.

Cuando empece a extrañarte?
Si recuerdo bien claro estar afligido
por no besarte mas seguido.

Cuando el presente insiste en ser pasado?
Si el futuro imperfecto ya esta dado,
seamos un poco mas sensatos con este hoy devaluado.

Cuando el silencio fue sin sentido?
Si puedo encontrar millones de dolores
que expliquen los gritos desesperados de mis significados.

Cuando el dolor es masculino?
Si yo encuentro los origenes
en mas de un femenino.

Cuando estornudaste japones?
Si no al lado del bobo enamorado
que hoy escribe llorando desconsolado.

Eze III/X/07

El sur también existe

Con su ritual de acero, sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos, su canto de sirenas
sus cielos de neón, sus ventanas navideñas
su culto a dios padre y de las charreteras
con sus llaves del reino el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, el hambre disponible
recorre el fruto amargo de lo que otros deciden
mientras que el tiempo pasa y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas que el norte no prohíbe
con su esperanza dura el sur también existe

con sus predicadores, sus gases que envenenan
su escuela de chicago, sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo y su pobre osamenta
sus defensas gastadas, sus gastos de defensa
con su gesta invasora el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres que saben a qué asirse
aprovechando el sol y también los eclipses
apartando lo inútil y usando lo que sirve
con su fe veterana el sur también existe

con su corno francés y su academia sueca
su salsa americana y sus llaves inglesas
con todos sus misiles y sus enciclopedias
su guerra de galaxias y su saña opulenta
con todos sus laureles el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, cerca de las raíces
es donde la memoria ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren y hay quienes se desviven
y así entre todos logran lo que era un imposible
que todo el mundo sepa que el sur también existe.

(Mario Benedetti)

Lapsus

...Y me suturé la herida profunda y última
y me inyecté dosis altas de inconsciencia y exilio
para no perder la sangre pura que quiere y requiere
para no acordarme que olvido que es noche de lluvia...

(La Plata, 01/10/2007)

Mis ojos

Dejé de ver mis ojos siendo un niño
todo este tiempo siempre sospeche
que los que van conmigo no son míos
no me alcanzar para verme
solo sirven para ver

Pasé escondido en ojos parecidos
viví perdido y siempre terminé
buscándolos por barrios y caminos
pregúntandole a los ojos
y a las mesas de café

Qué se habrán hecho mis ojos
por qué se han ido a esconder
tan lejos de los espejos
tan lejos de belveder

Dónde se fueron mis ojos
los quiero ver otra vez
para abrigarme con ellos
para volverme a nacer

Ayer me vi mirándome en sus ojos
ayer la vi quererme sin querer
ayer la vi saliendo del olvido
de los barrios, de los rios
de las mesas de café

Yo estaba en cualquier lado distraído
miré a un costado y ahí estaba usted
y descubrí asombrado que mis ojos
regresaban para verme
para abrigarme otra vez

Ayer volvieron mis ojos
ayer los vi aparecer
adentro de los espejos
tan lejos de belveder

Explíqueme este misterio
pequeña y dulce mujer
por qué usted tiene mis ojos
y yo llevo los de usted

(Esteban Klisich)