Certeza

Cerró la ventana
la luz entraba en el
ojo de la puerta.
Prendió un cigarro
Y el humo
se mezclaba con
el polvo del sol.

Una radio afónica
anunciaba el día
por tercera vez.

Apoyó las manos
en la mesa circular
del comedor y
despues de caer
en la silla
apuró el café.

El perro lo miraba
desde el abismo
debajo de la cama.

La cabeza apoyada
sobre un diario
los ojos abiertos
no vieron
su n(hombre) subrayado
de sangre
en las necrológicas
del pueblo.