Manso

Cuando me abrazo a tu cintura,
cuando cierro los ojos,
cuando suspiro una brisa del interior,
cuando me besas.

Cuando soy complice de tus pupilas,
cuando nado en el caoba
que tiene por vecina,
Cuando me miras.

Cuando le das rienda suelta a tu ternura,
cuando respiro la cadencia de tu melodia,
cuando trepas hasta el filo de un acorde,
cuando cantas.

Cuando siento el calor del sol,
cuando me siento bajo la luna,
cuando cantas, cuando me miras, cuando me besas.

A la cosa negra XXVI/VII/09

Ella

Se adopta a mi posición,
se maquillan las verdades,
se desmenuzan los colores,
se trasncribe al papel.

Eramos un sonido, despues otro,
mientras resbalo en el tono de una nota,
y me mudo de traste en traste
y la voz camina a la par del acorde.

Y en esa relación de simbiosis
cantamos y reimos y celebramos,
el ritual que nos conoce juntos
y somos El Barba y vos "Ella".

A las 6 cuerdas XXVI/VII/09

Horizonte

La mente arranca al trote,
en un rato y estare allá,
armando la carpa, amaneciendo un fuego,
respirando cansado, pero feliz de llegar.

Vadear aquel río, no errar la picada,
levantar la vista y encontrar "eso".
Frenar a respirar, a descansar,
seguir para agitarse, para llegar.

Ya di el 1er paso, mi mente esta allá.
En un rato arranco yo, siguiendo
las huellas que me han de llevar
a encontrarme con mi mente, mi deseo, mis anhelos... y aquel lugar.

IV/II/09

Visperas de Montaña

Se me pone tediosa la espera,
la adrenalina vaga por la sangre.
Repasar mil cosas de mochila,
preparar el cuerpo, el alma... la carne.
Para un banquete de paz,
una sobredosis de calma,
un ojo del huracan en mi vida
y la libertad sin sociedad ni apologias.
Habra que ir yendo una vez mas,
sin preguntas que embarullen
las cuestiones de la vida,
que al fin y al cabo... es todo una mentira.
IV/II/09

En Fila India

:::Y cuando nada Falta
entonces usted muere:::
Te fuiste y no, solo
me dejaste y no
Con la palabra en la boca
Con el aire vacío
Y poco.

De mi rostro de vos
Caerá el llanto dulce
Tal vez sea tu llanto
Y el de todos.

Serás siempre así
tierno y frágil
como el dolor
con el que huiste.

¿A donde iras ahora
Con el rincón de tu país
A cuestas, flotando?

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Mario Benedetti