El sur también existe

Con su ritual de acero, sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos, su canto de sirenas
sus cielos de neón, sus ventanas navideñas
su culto a dios padre y de las charreteras
con sus llaves del reino el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, el hambre disponible
recorre el fruto amargo de lo que otros deciden
mientras que el tiempo pasa y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas que el norte no prohíbe
con su esperanza dura el sur también existe

con sus predicadores, sus gases que envenenan
su escuela de chicago, sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo y su pobre osamenta
sus defensas gastadas, sus gastos de defensa
con su gesta invasora el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres que saben a qué asirse
aprovechando el sol y también los eclipses
apartando lo inútil y usando lo que sirve
con su fe veterana el sur también existe

con su corno francés y su academia sueca
su salsa americana y sus llaves inglesas
con todos sus misiles y sus enciclopedias
su guerra de galaxias y su saña opulenta
con todos sus laureles el norte es el que ordena

pero aquí abajo, abajo, cerca de las raíces
es donde la memoria ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren y hay quienes se desviven
y así entre todos logran lo que era un imposible
que todo el mundo sepa que el sur también existe.

(Mario Benedetti)

1 comentarios:

  *emiLia

4 de octubre de 2007, 3:02 p. m.

Benedetti.
Y después hecho música por Serrat..
Es excelente, un texto muy cierto y que plasma tanto la realidad.