Rutinas

Después de que te sobren varios dedos
para contar los amigos que has tenido,
y lleguen los finales prematuros
con sus reinicios casi consecuentes,

y se te glucosile la conciencia
por falta de jeringas e insulina,
y vuelvan del pasados tus proezas
para reírse en tu cara desdichada,
y esas manos a la obra te acompañen
con su puño y con su letra manuscrita,

y del hondo dolor que apesadumbra
a tu intangible corazón acostumbrado
den señal de sobrevida tus entrañas
y levante la mano tu esperanza,
tu moral momificada y tu palabra,

y prescriba la vergüenza avergonzada
de acosarte por no ser lo que quisieras,
y madrugues las mañanas y las rosas
y florezcan compañeras en tu almohada,
y acomodes todo el mar en dos botellas
y te sobre espacio para los amigos,

y recuerdes cicatrices en tu pecho
que se ocultan tras un manojo de arrugas,
y te peguen sin piedad en la cabeza
y después te adulen por lo que has creído,
y envejezcan los niñitos que una vez
fueron barro y nacieron de tu costilla,

después
llegará el ocaso de tus horas,
después llegará la muerte empedernida
y con ella, como dos almas gemelas,
volveremos a juntar nuestras rutinas.

1 comentarios:

  Luca

20 de septiembre de 2007, 1:58 a. m.

Debo reconocer que no la habia leido con demasiado detenimiento...
ahora que sí lo he hecho...concluyo: Excelente!

PD: No se cuelguen y publiquen...

Abrazo.