Mio y no

Esta arruga del destino en la pared me pertenece
me pertenece esta mancha de alquitrán entre los dedos
me son ajenos estos olvidos, estos miedos
no son mias las luces que por desgracia no amanecen

Este impás sin paz ni muerte me pertenece
me pertenece este eco resonante, consonante, silencioso
me es ajeno ese urgente corazóncito sospechoso
y más aún aquellos labios que te besen

pero es verdad que no quiero condenarte
a la hoguera del pasado siempre vivo
porque no encuentro un desvio ni un punto y aparte

Será por eso que esta noche escribo
en la soledad de luna, en esta hoja hirviente
que solo tus brazos saben dar abrigo.

(La Plata, 21/08/2007)

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