A la puerta

Si una noche como esta que hoy me habita
con un desvelo que ya no acosa demasiado,
donde el invierno está afuera, solitario y congelado...
si una noche como esta golpearas la puerta
con los puños cerrados
y el corazón abierto de par en par
y me narraras tu misterio deslunado
y se te inundaran los ojitos de respuestas...
seria aún mejor ese desvelo
seria prodigioso ese invierno, ahora derretido.

Si una noche como esta golpearas la puerta
y aliviaras esta acostumbrada densidad
esta pesada densidad desalentada...
quizás no dude en revestirte
de esperanzas tus temores,
quizás permitiria que te duermas y me duermas.

Pero si golpeas la puerta esta noche
y tu boca asoma llena de silencios
y el corazón es acertijos y otros nudos
y los ojos llegan secos de respuestas
y sos solo una sola incertidumbre...
entonces será mejor la noche y la costumbre,
mejor dicho, menos arduo este desvelo compañero,
y menos fría aún será la mañana despeinada
en que despierte y sea de dia, y no existan rastros
ni restos ni rostros de la madrugada.

(La Plata, 07/08/2007)

1 comentarios:

  Leo

7 de agosto de 2007, 10:02 p. m.

¡¡¡Esa es la actitud, papá!!!