Miedo

Se que las palabras solo sirven de relleno entre silencios,
se de los silencios que adolecen, se de los silencios musicales,
se de los silencios que hacen falta y a los que les hace falta oír,
se de los silencios recurrentes y también se de los radicales.

Se de los silencios que no llegan y de los que a veces incomodan,
se de los silencios repentinos, también se de los más estirados,
se de los silencios obstinados y de los que apenas se meditan,
se de los silencios estruendosos, se también de los más conversados.

Se de los que siempre me acompañan y de los silencios solitarios,
se de los silencios que maduran, se de los que a veces intimidan,
se de los silencios que sublevan, se de los guardianes y aturdidos,
se de los silencios comodines, se también de los silencios que suicidan.

Se de los silencios mas solemnes, también de los silencios heroicos,
se de los silencios mas profundos y se de los menos vacíos,
se de los silencios en la cama, se de los silencios paranoicos,
se de los tediosos, concentrados, se de los silencios impedidos.

Se de los que llegan con el vino, de los que se van con otra copa,
se de los que vienen con vergüenza, se de los silencios invertidos,
se de los silencios secundarios, de los que se dan a quemarropa,
se de los silencios ignorantes tanto como de los impulsivos.

Se de los silencios de la noche que vienen con sonidos impensados,
se de los silencios custodiados, se de los silencios femeninos,
se los cansados, los escritos, se de los que siguen su camino,
se de los que por monotonía dejan escucharse demasiado.

Pero hay silencios de los que no se nada,
hay silencios que todavía no he oído,
hay silencios que no quiero que me lleguen,
hay de los que temo que me quemen…

Esos son tus silencios.