Las esquinas

Las esquinas son confluencias
de todo tipo y color;
son uniones,
pasos que se esquivan o se chocan...
pero nunca, o casi nunca,
dejamos de mirar a los lados al llegar a una esquina,
ya sea por peligro de muerte o riesgo de vida.

Las esquinas concentran mendigos de pan, huerfanos de sueños,
presos del trabajo y el horario, locos de ira, idos de todo,
semáforos ignorados que reflejan la intolorencia a flor de piel,
señores invisibles que acompañan a cieguitos y señoras preocupadas
por la escases de leche y esperanza.

Las esquinas consuelan a los buscas que no encuentran...
esos que rozan los nueve meses negativos
o los ochenta y pico años de nada;
mujeres naturales o a la fuerza empeñan reputacion y otros valores,
y casi siempre alguien confluye en estos mares.

Al llegar a una esquina, surgen los demas puntos cardinales,
triplicando el destino - si es que existe -
anudandonos los nudos a desatar,
multiplicando la dichosa desdicha que nos toque en suerte.

Pero tambien en una esquina se puede dar al blanco,
descifrar enigmas, confirmarlo todo...
es necesario, en una esquina, abrir los ojos
y escarbar en los recodos donde se esconde la distancia
que aún perdura.

...Y si comfirmamos todo, y ese alivio nos aliviara tanto
que la esperanza que perdimos a la vuelta de la esquina
vuelva sola, sin aviso ni permiso, podremos, de una vez por todas,
mendigarnos mutuamente mientras esperamos con paciencia
la luz verde que deviene...
podremos encarar descaradamente esta senda peatonal y solitaria
que nos espera como un codigo de barras sin traduccion alguna...
pero que no será necesario descifrar...
porque ya nos habremos descifrado.

(La Plata, 14/07/2007)