Deber

A tantas madrugadas
donde el fuego de la almohada me enfriaba
a la misma encrucijada
en la que tantas veces te encontre
a los huesos de los pies
que pisaban el lodo de los días
a tantas melodias
que retumbaban en nuestros cristales

a esto y a etcetera
le debo la lágrima y la risa
el beso y el olvido
lo de ayer y lo que viene

(La Plata, 2004)

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