Fragmentos de una tinta española

Yo creí que la luz era mía,
precipitado en la sombra me veo.

...

Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío...
yo no quiero más días que el que exhala tu pecho.

...

La libertad es algo
que sólo en tus entrañas
late como el relámpago.

...

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un oceano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.

...

Todo el cuerpo me huele a recién hecho
por el jugoso fuego que lo inflama.

...

A mi me ha de enamorar
de una manera acendrada,
mujer que no luzca nada
sino este particular:
como la tierra ha de ser
de sencilla y amorosa,
que así será más esposa
y así será más mujer.

...

Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento
para mi corazón.

...

No tienes más que hacer que ser hermosa,
ni tengo más festejo que mirarte.

(La Plata, 05/02/2008) -Para anita-

-Miguel Hernandez-

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